lunes, 7 de noviembre de 2016

Qué difícil ser mujer en un mundo de hombres!

Mi profesión de doble de riesgo no es tan difundida y popular en mi país, Argentina como en los Estados Unidos. Normalmente, aquí son casi todos hombres y mucho mas como drivers.
Los drivers son los que conducen los vehículos en rodajes ya sea para chocarlos o atropellar a alguien.
A mí siempre me gustaron los autos y las motos. Corro desde muy pequeña. Y mi sueño era ser piloto de carrera. Por suerte, la vida me llevó a trabajar como actriz y doble de riesgo, donde tuve la oportunidad de interpretar diversos personajes.
Ya con tiempo en la empresa de efectos especiales, deseaba que fuera "yo" la driver de todas las actrices y modelos ya que era mujer como ellas. Así no tendrían que poner hombres en el lugar de una mujer. Cuando pedí que me llamaran como driver, la primer observación que tuve fue "pero si sos mujer". Justamente!!!!!! Si había que doblar a una mujer, que mejor que otra que había corrido en moto toda su vida y en karting, y en la Fórmula 07. Pero eso no alcanzaba. Nadie quería en un set a una mujer atrás del volante.
Un día, ya cansada de la discriminación sin sentido, me planté frente a mi jefe y le hice una apuesta. Había que correr una carrera y si yo ganaba, toda vez que hubiese que doblar a una mujer, iba a ir yo. Se rió y aceptó. Corrimos y... le gané.
Mi primer driving fue en Amas de Casa desesperadas. Llegué a set y me encuentré con mi coordinador. Me acompañó a vestuario y me presentó. Le dijo al asistente de producción que yo doblaba a María Rosa Fugazot. No entendía mucho ya que la única escena era con un auto antiguo pasando con la rueda delantera por encima de una pequeña bicicleta. Era toma única.
Me cambiaron, me pusieron la peluca y me mandaron a set. Llegué al lugar donde estaba el auto y me subí. Todos miraban y nadie decía nada. En un momento, el asistente de dirección se acercó a mi coordinador y le preguntó si yo era la que iba a manejar. Mi coordinador le respondió afirmativamente. Puse el auto en marcha y mi coordinador se fue atrás del camarógrafo.
Detalle importante! No solo tenía que pasar por arriba de una bicicleta mini, sino que también tenia que hacerlo a alta velocidad y pasar a 50 centímetros del camarógrafo.
El director da la accrón y yo arranqué a fondo. El camarógrafo le preguntó a mi coordinador si manejaba bien. Y para hacerle una broma, le dijo que era la primera vez que hacía algo así y que no tenía idea de manejar. El muchacho estaba blanco y temblaba. Al rato le dijo la verdad y todos rieron.
A partir de ese momento empezaron a verme con un poco más de simpatía.
Pero lo más duro fue la discriminación de una asistente de dirección (mujer) que no me quería en set porque era mujer. No era seguro que yo hiciera una escena de riesgo con un auto y menos sabiendo que había una sola toma. Mi coordinador no aflojo frente a esta situación y mantuvo su posición. Hice la escena y la mujer quedó perpleja. No podía creer que una mujer hiciera algo igual que un hombre o porque no, mejor.
Costó mucho que me dieran lugar. Hoy en día, si piden un driver, el primer nombre que se les ocurre es el mío. El camino fue largo y con muchos obstáculos pero felizmente he podido darme este lujo!



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